Una de las mejores cosas de vivir en una gran ciudad es salir de ella y, sobre todo, tener amigos con casa en el campo.
Un vez me invitó una amiga con su marido a pasar un fin de semana en su preciosa casa de campo. Todo iba bien (salvo las mil preguntas acerca de la “acalorada vida sexual de las solteras”, como si por el mero de no tener pareja te tuvieras que ir tirando a todo el que se te pone por delante… ojalá!). El tema es que al “marido” de mi amiga se le ocurrió pasear desnudo por la casa, cosa que no gustó a mi amiga y que terminó conmigo en un autobús dos días antes de lo previsto y con mi nuevo bikini sin estrenar en mi maleta de regreso a casa. Yo le dije a mi amiga que no entendía porqué se mosqueaba y ella me dijo “que no podía entenderlo porque soy soltera”.
¿Y qué? ¿se cree que las solteras vamos merodeando las casas para ver el “pito” de los maridos de nuestras amigas?
¿Hasta qué punto era mi amiga? Qué más da, cuando alguien se casa se acabaron las amistades, ellas están casadas y tu eres el enemigo.
La mujer casada piensa que las soteras nos acostamos en cualquier lugar, en cualquier momento y con cualquiera… ¿y qué? Pues que se piensa que en el momento menos pensado podemos acostarnos con su marido. Y de ahí que para las casadas, las amigas solteras “no son de fiar”.
Por supuesto que no todas piensan así, las que se fían de ti te tienen lástima y compasión porque no tienes pareja… lo odio!... conclusión: las mujeres casadas son el enemigo número uno de las mujeres solteras….
¿Será eso cierto? ¿somos enemigas? ¿hay una guerra fría latente entre casadas y solteras?
Sin embargo, la guerra fría no tiene que ser por odio sino por miedo, por miedo a lo desconocido; la gente casada no odia a la gente soltera, lo que pasa es que no saben a qué atenerse.
Otra cosa que no soporto de ser soltera es que tus amigos casados te emparejen con alguien por sorpresa… ¿no se dan cuentan que las “citas sorpresa” nunca son espontáneas?
Pero de repente te ves saliendo con la “cita sorpresa” y tras las primeras “citas” te das cuenta que sólo quiere una cosa: CASARSE, y por eso sólo se relaciona con casados… ¿y tus amigos solteros? ¿tienen que dejar de existir?
Pero es que hay gente que “no puede” estar sola y su vida gira en torno a conocer a alguien con quien casarse.
Pero haciendo un resumen, creo que la lucha entre solteros y casados es como la guerra de Irlanda del Norte: todos somos lo mismo pero por un motivo u otro hemos terminado en lados opuestos.
Sería maravilloso tener a esa persona especial con quien volver a casa pero a veces no hay nada mejor que quedar con tus amigas solteras para ir al cine.
Un saludo y hasta luego!
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